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Eclipse

Katia Márquez • 31 de diciembre de 2019

Tengo los ojos eclipsados por tu ausencia,

reteniendo un lago de suspiros que rebotan contra una pared,

rasgada por los quejidos y la soledad.

Tengo la piel cubierta de arañazos que son como cicatrices que no se ven,

como rastros trazados por el fuego, en un bosque que ha perdido el camino

y se ha quedado en carne viva de cenizas.

Tengo los labios en eterna sequía, desde que ha dejado de brotar la cascada

con la que sueles regarme diariamente.

Tengo el rostro como una foto fija de añoranza.

Te echo de menos,

solo encuentro un esbozo de consuelo cuando suena el teléfono

y se acorta, por minutos, la distancia entre nuestros sonidos,

entonces tu voz se vuelve un soplo de confianza,

una guarida donde dejar oculta mi agonía.

12 días!, son solo 12 días los que separan nuestro beso,

pero siendo muy franca, a mí me sobra la palabra solo,

porque siento que todo está desactivado,

que todos mis segundos se han marchado de visita al infinito.

Así que estoy viviendo en una especie de burbuja

que se ha quedado atrapada en cámara lenta,

por lo que me he propuesto visitar al tiempo,

para intentar algún tipo de negociación con el futuro.

Voy a contarle que mi presente se ha rebelado,

dominado por los recuerdos tan intensos que provocas.

Tal vez se apiade y me conceda este enorme deseo de acelerar su paso,

o tal vez, simplemente, me convenza de que las prisas,

bajo ninguna circunstancia, son una solución ante tu falta.

No sé, le está faltando una inyección de claridad a mi cerebro,

debe ser que este drama de extrañarte

me está rompiendo el cuerpo.


Por Katia Márquez 05 feb, 2020
Echo de menos que me toques con tus manos de anhelos, que te mueras de ganas de sentirme, que enloquezcas ante mi humedad, que me despiertes con el corazón latiendo, para incitarme al desorden hormonal, que me hagas temblar en tu caricia, que recorras mi interior sin prisas que no finjas y estalles sin poder evitarlo y yo me ría y te invite a seguir aunque no tengas fuerzas. Echo de menos agitarme en tus labios, desfallecer en tu marea, nadar en tus corrientes, quedarme relajada en un orgasmo y sentir, que solo vibro, cuando tú estás aquí.
Por Katia Márquez 29 ene, 2020
¿Podrás partir pisando pesadumbres? ¿Puedes pasar permaneciendo? ¿Perduras puro poderoso pulcro penetrando padres putrefactas? Pides perdón plantando pétalos? Posiblemente parezcan preguntas presurosas, pensamientos perdidos, primitivos. Pero piénsalo ¿Podrán palomas perpetuar primaveras?
Por Katia Márquez 22 ene, 2020
Quiero ser piel de tu piel, alma de tu alma, corazón de tu sangre. Quiero ser ese ser donde te expandes, la abeja de tu miel. Quiero ser tu certidumbre entera, el pensamiento sin el que no vives, el sueño pasional que te persigue, el beso silencioso que te espera. Quiero ser fuego de tus soledades, ráfaga y viento que rompa tus penas, ser la resolución de tus problemas y el sustento de tus debilidades, ser dos planetas juntos que se enciendan en un mundo de inmensas libertades. quiero ser esa mujer que ames ya sea en la vida o en la muerte eterna
Por Katia Márquez 15 ene, 2020
Nací de la tierra, Allí sembré mi huerto en contra de la guerra Allí planté mis flores, huyendo de las piedras Allí encontré matices,, bondades y miserias Allí me sentí viva y a veces también muerta. Me aferré a las raíces para crecer más fuerte Desafíe al sufrimiento y desafíe a la suerte Me refugié entre letras que iniciaron mis pasos Y me sentí canción en un abrazo No ha sido nada fácil despojarme del barro No ha sido corto el tiempo, más bien ha sido largo pero no he desmayado, no he perdido el aliento La bondad es mi tesoro y el amor mi convento,. Hoy mi anhelo es sentirme compañera , De tu dolor, tu angustia , tu tristeza Hoy mi sueño es construir la hoguera Que queme la mentira y deje la certeza No tengo muchas armas , solo tengo un poema Y melodías de lluvia que germinan en canto. Pero no puedo sola con este mundo amargo Necesito tu voz para lograrlo, Preciso de tu mano para volar más alto.
Por Katia Márquez 01 ene, 2020
Lo intento, siempre, de todas las formas, con todos los matices, al revés y al derecho. Lo intento, pero no brota el retoño, se quedan las palabras sembradas en orgullo, en el ego feroz y destructivo. Lo intento, y sigue el agua sin salir de la fuente aunque esté llena. Se desnuda mi voz gimiendo a gritos, mi decir se ha quedado atrapado en la lucha, yo lo intento, pero tu no me escuchas. Te juro que lo intento de todas las maneras, en todos los momentos lo intento, yo lo intento pero solo hay silencio.
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